El coloso de Constantino es el nombre
correcto de la escultura que conocemos como cabeza colosal de Constantino. Esta
escultura se conserva actualmente en los Museos Capitolinos de Roma, concretamente
en el Palazzo dei Conservatori situada en uno de los patios del edificio
llamado Cortile. Esta estatua colosal fue creada con la técnica del acrolito,
es decir, fue una estatua cuyo torso estaba realizado en madera, pero la madera
no era visible, sino que estaba recubierta por bronce, oro o vestiduras, y las
extremidades realizadas en mármol procedente de diferentes lugares[1].
La estatua tuvo que medir unos 10
m [2]
y estaba situada en uno de los ábsides de la Basílica de Majencio ubicada
en el Foro Romano.
En cuanto a la fecha de creación se sabe
que es una obra original romana de la primera mitad del siglo IV d.C., pero no
existe un consenso entre los investigadores para concretar esta fecha, unos
dicen que fue creada entre los años 313-324 d.C., años en los que Constantino
posiblemente la dedicase a la
Basílica de Majencio, sin embargo, hay otros investigadores que
argumentan que la fecha de creación fue entre 324-330 d.C.[3],
ya que este tipo de mirada que aparece en la estatua de Constantino, no aparece
en los retratos de occidente hasta que el emperador no establece totalmente la
monarquía universal en el año 324 d.C. y así es reflejado en las monedas
acuñadas en esa época con el mismo estilo artístico e iconográfico que cuenta
la escultura, por lo que estos cambios aparecen en las monedas, donde el
emperador aparece con la diadema, que adopta en el año 324 d.C. Además, el
retrato del emperador que mira hacia el Más Allá en una pretensión de
inspiración divina, no aparece tampoco hasta el año 324 cuando adquirió el
poder absoluto. Por tanto, el coloso de Constantino tuvo que ser realizado en
una fecha posterior al año 324 d.C. en coherencia con los datos aportados[4].
Con respecto a las restauraciones que ha
sufrido la obra, tenemos constancia que fue restaurada, pero que algunas de
ellas se quitaron en 1924, las restauraciones fueron las siguientes: en la
cabeza se restauró el mechón de pelo situado sobre la oreja derecha, se
restauró también la parte posterior de la cabeza, ésta se juntó al cuello y al
pecho con cal y se puso un parche sobre la oreja izquierda, que está fracturada
por los bordes, para señalar que antes habría un mechón de pelo, como ocurre en
la oreja derecha[5].
En la mano derecha se restauró el dedo índice, la parte superior del dedo
corazón y la punta del pulgar. El brazo derecho al romperse por la parte
superior también fue restaurado pero de forma muy tosca[6].
El pie derecho también fue restaurado con un refuerzo del dedo meñique, y finalmente,
se restauraron los dedos índice, corazón y anular del pie izquierdo[7].
Descripción iconográfica
La escultura representa al emperador
Constantino el Grande sentado sobre un trono con la mano derecha sostiene una
lanza o un cetro[8],
la pierna derecha estaba echada hacia delante y la izquierda hacia atrás[9],
y los pies posiblemente estaban apoyados sobre un banquillo[10].
Como ya hemos comentado, se trata de un acrolito, por este motivo sólo ha
llegado hasta nosotros las extremidades realizadas en mármol, y un pequeño
fragmento del hombro y pectoral izquierdo. Algunos autores piensan que en el
torso portaba una armadura de bronce, que podría tener grabada la cabeza de
medusa[11],
lo cual tiene un gran significado iconográfico para el mundo antiguo[12],
y encima de ésta un paludamentum[13].
Sin embargo, en el fragmento encontrado el pectoral del emperador aparece
desnudo, por lo que se piensa que la estatua tuvo que presentar el cuerpo
desnudo, salvo por algunos sitios que podría estar tapado con alguna
vestimenta, pero con ello podemos confirmar que no llevaba coraza u otro tipo
de vestuario que cubriese el torso[14].
Con respecto a los fragmentos que se
conservan de la escultura, nos centramos en la colosal cabeza, que mide 2,60 m . de altura junto con
el cuello y parte del pecho. Realizada con mármol del Pentélico. El pelo está
dispuesto de forma simétrica con mechones alineados y en ellos aparece una
hendidura que hace pensar que tuviera una diadema de metal, como aparece en
otras obras y en las monedas. La frente está muy evidente, al igual que las
líneas de las cejas, aunque la del ojo izquierdo está consumida[15].
Sin embargo, lo que más llama la atención de la cabeza son los ojos inmensos,
abiertos, desmesurados, con los párpados fuertemente tallados, las pupilas
dilatadas e incisas en forma de luna creciente, con profundas bolsas bajo ellos
bastante marcadas, y todo ello sumido en las sombrías concavidades oculares[16].
La nariz es aguileña, los labios están bien señalados y divididos, y el mentón
es prominente. La cabeza, en su totalidad, esta dispuesta de manera frontal y axial,
con severidad, lo cual hace pensar que tenga una influencia egipcia[17].
El fragmento de hombro y pectoral
izquierdo mide 1,26 m
de longitud y 52 cm
de anchura y estaba desnudo[18].
Otro fragmento es la mano derecha que
mide 1,66 m
de altura está realizado con mármol de Carrara. La mano tiene el dedo índice
recto apuntando hacia el cielo, y los otros dedos cerrados. En la curva del
dedo meñique hay una depresión con un pequeño agujero en el centro, que servía
como base de un cetro o lanza.
El brazo derecho que mide 1,59 m de altura está realizado
también en mármol de Carrara. El fragmento que se conserva es la parte superior
del brazo, a partir de la base del músculo deltoides hasta la mitad del
antebrazo. En la parte de arriba hay un agujero de un clavo y las venas están
bien evidentes. El brazo estaba recto horizontalmente y el antebrazo levantado
hacia arriba[19].
La pierna derecha de 2,10 m de altura realizada
con mármol Grechetto. Este fragmento incluye la espinilla y el gemelo, en el
cual tiene una fractura en la parte superior. La rodilla derecha mide 78 cm y está realizada en
mármol Grechetto, el fragmento tiene un agujero rectangular en el punto en que
la rodilla se juntaba con la pierna, por la parte superior.
Contamos también con un fragmento que se
piensa que puede ser el gemelo de la pierna izquierda, o bien, un fragmento de
la pierna izquierda, que mide 78
cm y está realizado en mármol del Pentélico[20].
El pie derecho tiene una longitud de 1,81 m realizado con mármol
del Pentélico. La parte del talón y la pierna estaban echas en una pieza y
luego se juntaron al pie.
Por último, tenemos el pie izquierdo, con
una longitud de 2 m
y realizado en mármol de Paros. El fragmento cuenta con el pie izquierdo, el
tobillo y el talón, los cuales fueron hechos en una pieza separada[21].
La parte posterior de toda la estatua es
aplanada y trabajada de forma esquemática[22],
ya que estaría apoyada contra la pared, por lo que se vería de frente.
Simbología de la pieza
La estatua levantada en honor al
emperador Constantino nos lo muestra tronando a la manera de un Júpiter pagano.
Sin embargo, su expresión no es ya la de un dios antropomorfo; ahora es un
nuevo emperador, un ser humano que está sentado en el Más Allá, por lo que se
intuye que la majestad divina le supera. Elevado al rango de persona divina por
un proceso irresistible, y presentado a sus súbditos, en una última gradación
del pasado más reciente, como encarnación del dios supremo, el emperador,
poseedor de plenos poderes en la tierra, apelaba ahora a alguien que no
toleraba a su lado ninguna otra divinidad. Es evidente que con esto se
eliminaba de un golpe la falta de autenticidad a la que estaba condenado el
poderío político romano con toda su parafernalia litúrgica. Cuando el emperador
Constantino tronaba como un dios sólo exigía para él veneración religiosa como
representante de una soberanía superior[23].
Según Eusebio de Cesarea, el emperador es
un enviado de la
Providencia , el liberador aparecido tras el largo tormento de
las persecuciones, el heraldo de Dios en este mundo, su soberanía terrenal, la
imagen de la soberanía divina y del anunciado reino de Cristo. El emperador es
amado por Dios y modelo de absoluta piedad y encarna todas las virtudes de los
reyes[24].
La expresividad que manifiesta en la cara, sobre todo, a través de los ojos,
revela más que nunca la trascendencia de la personalidad de un líder. Con la
mirada él viaja Más Allá de las fronteras físicas y llega a su fin en una
dimensión superior, por lo que, así se pone en contacto con los poderes que
gobiernan el mundo. Actúa como arbitro, controla el destino y está en un nivel
superior al de los demás. La ideología imperial está cristalizada en su cara, y
así aparece como juez del mundo, como un cosmocrator.
Su trono está en el centro del universo, él es la ley del cosmos y el portador
de la paz. Por tanto, esta escultura no es un mero retrato del emperador
Constantino, sino que estamos frente a una expresión del poder divino del
emperador[25].
Bibliografía
AA.VV. (2006): Musei Capitolini. Guida, ed. Electa, Roma.
ANDREAE, B. (1974): Arte romano, ed. Gustavo Pili, Barcelona.
BIANCHI BANDINELLI, R. (1994): Roma. La fine dell'arte antica, ed. Feltrinelli, Milano.
CESAREA, E. (2008): Historia
Eclesiástica, ed. Clie, Barcelona.
GARCÍA Y BELLIDO, A. (1979): Arte romano, CSIC, Madrid.
HANFMANN, G. M. A. (1965): Arte romana: Sintesi moderna dell’ Arte di Roma Imperiale, Silvana editoriale
d’Arte, Milano.
L’ORANGE,
H. P. (1965): Studien zur Geschichte des
spätantiken porträts, Edizione Anastatica, Roma.
L’ORANGE,
H. P. (1982): Apotheosis in ancient
portraiture, ed. Caratzas Brothers, New Rochelles, New York.
L’ORANGE,
H. P. (1984): Das spätantike
Herrscherbild von Diokletian bis zu den Konstantin-Söhnen: 284-361 n. Chr,
Berlin.
PIETRANGELI, C. (1966): Musei Capitolini: guida breve, Roma.
STUART
JONES, H. (1968): A catalogue of the
ancient sculptures preserved in the municipal collections of Rome. The
sculptures of the Palazzo dei Conservatori, ed. L’Erma di Bretschneider,
Roma.
STRONG, E. (1926): La scultura romana: da Augusto a Costantino,
Vol. 2, Istituto di Edizioni
Artistiche di Fratelli Alinari, Firenze.
[1] STUART JONES, H.
(1968): A catalogue of the ancient
sculptures preserved in the municipal collections of Rome . The
sculptures of the Palazzo dei Conservatori, ed. L’Erma di Bretschneider, Roma, p. 9.
[2] BIANCHI
BANDINELLI, R. (1994): Roma. La fine dell'arte antica, ed. Feltrinelli, Milano,
p. 85.
[3] AA.VV. (2006): Musei
Capitolini. Guida, ed. Electa, Roma.
[4] L’ORANGE, H. P. (1982): Apotheosis in ancient portraiture, ed.
Caratzas Brothers, New Rochelles, New
York , p. 114.
[5] STUART JONES, H. (1968): A catalogue of the ancient sculptures
preserved in the municipal collections of Rome .
The sculptures of the Palazzo dei Conservatori, ed. L’Erma di
Bretschneider, Roma, p. 9.
[6]
STUART JONES, H. (1968): A catalogue…,
p. 11.
[7]
STUART JONES, H. (1968): A catalogue…,
p. 13.
[8] BIANCHI BANDINELLI, R. (1994): Roma…., p. 85.
[9]
STUART JONES, H. (1968): A catalogue…,
p. 9.
[10] STRONG, E. (1926): La scultura romana: da Augusto a Costantino, Vol. 2, Istituto di Edizioni
Artistiche di Fratelli Alinari, Firenze, p. 412.
[11] STRONG,
E. (1926): La scultura romana…, p. 412.
[12] La
cabeza de medusa grabada en los escudos y armaduras de los militares tenía un
gran sentido iconográfico, ya que mitológicamente Medusa con tan sólo mirar a
las personas los petrificaba y los militares usaron su cabeza para grabarlas en
sus armamentos y así sentirse protegidos, porque cuando el enemigo veía la
cabeza de Medusa se asustaba, por lo que con ella conseguía alejar los
peligros.
[13] Capa
usada por los emperadores y militares romanos. Era generalmente de color
escarlata hasta que a finales del siglo I d.C. los emperadores empezaron a
utilizarla de color púrpura. Tenía forma rectangular y se sujetaba al hombro
por medio de un broche metálico. Se unía habitualmente encima del hombro
derecho y caía por la espalda hasta las pantorrillas. En las estatuas, se
representaba a menudo enrollado en el brazo izquierdo.
[14] L’ORANGE, H. P. (1984): Das spätantike..., p. 71.
[15]
STUART JONES, H. (1968): A catalogue…,
p. 9.
[16] GARCÍA Y BELLIDO, A.
(1979): Arte romano, p. 704.
[17] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 9.
[18] L’ORANGE, H. P. (1984): Das spätantike..., p. 71.
[19] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 11.
[20] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 12.
[21] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 13.
[22] L’ORANGE, H. P. (1965): Studien zur Geschichte des spätantiken porträts, Edizione
Anastatica, Roma, p. 136.
[24] CESAREA, E. (2008): Historia Eclesiástica, ed. Clie, Barcelona.
[25] L’ORANGE, H. P.
(1982): Apotheosis in ancient portraiture,
ed. Caratzas Brothers, New Rochelles, New
York , p. 116.
Noemí Raposo Gutiérrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario