viernes, 10 de abril de 2015

EL COLOSO DE CONSTANTINO



El coloso de Constantino es el nombre correcto de la escultura que conocemos como cabeza colosal de Constantino. Esta escultura se conserva actualmente en los Museos Capitolinos de Roma, concretamente en el Palazzo dei Conservatori situada en uno de los patios del edificio llamado Cortile. Esta estatua colosal fue creada con la técnica del acrolito, es decir, fue una estatua cuyo torso estaba realizado en madera, pero la madera no era visible, sino que estaba recubierta por bronce, oro o vestiduras, y las extremidades realizadas en mármol procedente de diferentes lugares[1]. La estatua tuvo que medir unos 10 m[2] y estaba situada en uno de los ábsides de la Basílica de Majencio ubicada en el Foro Romano.




En cuanto a la fecha de creación se sabe que es una obra original romana de la primera mitad del siglo IV d.C., pero no existe un consenso entre los investigadores para concretar esta fecha, unos dicen que fue creada entre los años 313-324 d.C., años en los que Constantino posiblemente la dedicase a la Basílica de Majencio, sin embargo, hay otros investigadores que argumentan que la fecha de creación fue entre 324-330 d.C.[3], ya que este tipo de mirada que aparece en la estatua de Constantino, no aparece en los retratos de occidente hasta que el emperador no establece totalmente la monarquía universal en el año 324 d.C. y así es reflejado en las monedas acuñadas en esa época con el mismo estilo artístico e iconográfico que cuenta la escultura, por lo que estos cambios aparecen en las monedas, donde el emperador aparece con la diadema, que adopta en el año 324 d.C. Además, el retrato del emperador que mira hacia el Más Allá en una pretensión de inspiración divina, no aparece tampoco hasta el año 324 cuando adquirió el poder absoluto. Por tanto, el coloso de Constantino tuvo que ser realizado en una fecha posterior al año 324 d.C. en coherencia con los datos aportados[4].

Con respecto a las restauraciones que ha sufrido la obra, tenemos constancia que fue restaurada, pero que algunas de ellas se quitaron en 1924, las restauraciones fueron las siguientes: en la cabeza se restauró el mechón de pelo situado sobre la oreja derecha, se restauró también la parte posterior de la cabeza, ésta se juntó al cuello y al pecho con cal y se puso un parche sobre la oreja izquierda, que está fracturada por los bordes, para señalar que antes habría un mechón de pelo, como ocurre en la oreja derecha[5]. En la mano derecha se restauró el dedo índice, la parte superior del dedo corazón y la punta del pulgar. El brazo derecho al romperse por la parte superior también fue restaurado pero de forma muy tosca[6]. El pie derecho también fue restaurado con un refuerzo del dedo meñique, y finalmente, se restauraron los dedos índice, corazón y anular del pie izquierdo[7].

Descripción iconográfica
La escultura representa al emperador Constantino el Grande sentado sobre un trono con la mano derecha sostiene una lanza o un cetro[8], la pierna derecha estaba echada hacia delante y la izquierda hacia atrás[9], y los pies posiblemente estaban apoyados sobre un banquillo[10]. Como ya hemos comentado, se trata de un acrolito, por este motivo sólo ha llegado hasta nosotros las extremidades realizadas en mármol, y un pequeño fragmento del hombro y pectoral izquierdo. Algunos autores piensan que en el torso portaba una armadura de bronce, que podría tener grabada la cabeza de medusa[11], lo cual tiene un gran significado iconográfico para el mundo antiguo[12], y encima de ésta un paludamentum[13]. Sin embargo, en el fragmento encontrado el pectoral del emperador aparece desnudo, por lo que se piensa que la estatua tuvo que presentar el cuerpo desnudo, salvo por algunos sitios que podría estar tapado con alguna vestimenta, pero con ello podemos confirmar que no llevaba coraza u otro tipo de vestuario que cubriese el torso[14].



Con respecto a los fragmentos que se conservan de la escultura, nos centramos en la colosal cabeza, que mide 2,60 m. de altura junto con el cuello y parte del pecho. Realizada con mármol del Pentélico. El pelo está dispuesto de forma simétrica con mechones alineados y en ellos aparece una hendidura que hace pensar que tuviera una diadema de metal, como aparece en otras obras y en las monedas. La frente está muy evidente, al igual que las líneas de las cejas, aunque la del ojo izquierdo está consumida[15]. Sin embargo, lo que más llama la atención de la cabeza son los ojos inmensos, abiertos, desmesurados, con los párpados fuertemente tallados, las pupilas dilatadas e incisas en forma de luna creciente, con profundas bolsas bajo ellos bastante marcadas, y todo ello sumido en las sombrías concavidades oculares[16]. La nariz es aguileña, los labios están bien señalados y divididos, y el mentón es prominente. La cabeza, en su totalidad, esta dispuesta de manera frontal y axial, con severidad, lo cual hace pensar que tenga una influencia egipcia[17].



El fragmento de hombro y pectoral izquierdo mide 1,26 m de longitud y 52 cm de anchura y estaba desnudo[18].

Otro fragmento es la mano derecha que mide 1,66 m de altura está realizado con mármol de Carrara. La mano tiene el dedo índice recto apuntando hacia el cielo, y los otros dedos cerrados. En la curva del dedo meñique hay una depresión con un pequeño agujero en el centro, que servía como base de un cetro o lanza.

El brazo derecho que mide 1,59 m de altura está realizado también en mármol de Carrara. El fragmento que se conserva es la parte superior del brazo, a partir de la base del músculo deltoides hasta la mitad del antebrazo. En la parte de arriba hay un agujero de un clavo y las venas están bien evidentes. El brazo estaba recto horizontalmente y el antebrazo levantado hacia arriba[19].

La pierna derecha de 2,10 m de altura realizada con mármol Grechetto. Este fragmento incluye la espinilla y el gemelo, en el cual tiene una fractura en la parte superior. La rodilla derecha mide 78 cm y está realizada en mármol Grechetto, el fragmento tiene un agujero rectangular en el punto en que la rodilla se juntaba con la pierna, por la parte superior.

Contamos también con un fragmento que se piensa que puede ser el gemelo de la pierna izquierda, o bien, un fragmento de la pierna izquierda, que mide 78 cm y está realizado en mármol del Pentélico[20].

El pie derecho tiene una longitud de 1,81 m realizado con mármol del Pentélico. La parte del talón y la pierna estaban echas en una pieza y luego se juntaron al pie.

Por último, tenemos el pie izquierdo, con una longitud de 2 m y realizado en mármol de Paros. El fragmento cuenta con el pie izquierdo, el tobillo y el talón, los cuales fueron hechos en una pieza separada[21].

La parte posterior de toda la estatua es aplanada y trabajada de forma esquemática[22], ya que estaría apoyada contra la pared, por lo que se vería de frente.
Simbología de la pieza
La estatua levantada en honor al emperador Constantino nos lo muestra tronando a la manera de un Júpiter pagano. Sin embargo, su expresión no es ya la de un dios antropomorfo; ahora es un nuevo emperador, un ser humano que está sentado en el Más Allá, por lo que se intuye que la majestad divina le supera. Elevado al rango de persona divina por un proceso irresistible, y presentado a sus súbditos, en una última gradación del pasado más reciente, como encarnación del dios supremo, el emperador, poseedor de plenos poderes en la tierra, apelaba ahora a alguien que no toleraba a su lado ninguna otra divinidad. Es evidente que con esto se eliminaba de un golpe la falta de autenticidad a la que estaba condenado el poderío político romano con toda su parafernalia litúrgica. Cuando el emperador Constantino tronaba como un dios sólo exigía para él veneración religiosa como representante de una soberanía superior[23].

Según Eusebio de Cesarea, el emperador es un enviado de la Providencia, el liberador aparecido tras el largo tormento de las persecuciones, el heraldo de Dios en este mundo, su soberanía terrenal, la imagen de la soberanía divina y del anunciado reino de Cristo. El emperador es amado por Dios y modelo de absoluta piedad y encarna todas las virtudes de los reyes[24]. La expresividad que manifiesta en la cara, sobre todo, a través de los ojos, revela más que nunca la trascendencia de la personalidad de un líder. Con la mirada él viaja Más Allá de las fronteras físicas y llega a su fin en una dimensión superior, por lo que, así se pone en contacto con los poderes que gobiernan el mundo. Actúa como arbitro, controla el destino y está en un nivel superior al de los demás. La ideología imperial está cristalizada en su cara, y así aparece como juez del mundo, como un cosmocrator. Su trono está en el centro del universo, él es la ley del cosmos y el portador de la paz. Por tanto, esta escultura no es un mero retrato del emperador Constantino, sino que estamos frente a una expresión del poder divino del emperador[25].

Bibliografía
AA.VV. (2006): Musei Capitolini. Guida, ed. Electa, Roma.
ANDREAE, B. (1974): Arte romano, ed. Gustavo Pili, Barcelona.
BIANCHI BANDINELLI, R. (1994): Roma. La fine dell'arte antica, ed. Feltrinelli, Milano.
CESAREA, E. (2008): Historia Eclesiástica, ed. Clie, Barcelona.
GARCÍA Y BELLIDO, A. (1979): Arte romano, CSIC, Madrid.
HANFMANN, G. M. A. (1965): Arte romana: Sintesi moderna dell’ Arte di Roma Imperiale, Silvana editoriale d’Arte, Milano.
L’ORANGE, H. P. (1965): Studien zur Geschichte des spätantiken porträts, Edizione Anastatica, Roma.
L’ORANGE, H. P. (1982): Apotheosis in ancient portraiture, ed. Caratzas Brothers, New Rochelles, New York.
L’ORANGE, H. P. (1984): Das spätantike Herrscherbild von Diokletian bis zu den Konstantin-Söhnen: 284-361 n. Chr, Berlin.
PIETRANGELI, C. (1966): Musei Capitolini: guida breve, Roma.
STUART JONES, H. (1968): A catalogue of the ancient sculptures preserved in the municipal collections of Rome. The sculptures of the Palazzo dei Conservatori, ed. L’Erma di Bretschneider, Roma.
STRONG, E. (1926): La scultura romana: da Augusto a Costantino, Vol. 2,  Istituto di Edizioni Artistiche di Fratelli Alinari, Firenze.


[1] STUART JONES, H. (1968): A catalogue of the ancient sculptures preserved in the municipal collections of Rome. The sculptures of the Palazzo dei Conservatori, ed. L’Erma di Bretschneider, Roma, p. 9.
[2] BIANCHI BANDINELLI, R. (1994): Roma. La fine dell'arte antica, ed. Feltrinelli, Milano, p. 85.
[3] AA.VV. (2006): Musei Capitolini. Guida, ed. Electa, Roma.
[4] L’ORANGE, H. P. (1982): Apotheosis in ancient portraiture, ed. Caratzas Brothers, New Rochelles, New York, p. 114.
[5] STUART JONES, H. (1968): A catalogue of the ancient sculptures preserved in the municipal collections of Rome. The sculptures of the Palazzo dei Conservatori, ed. L’Erma di Bretschneider, Roma, p. 9.
[6] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 11.
[7] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 13.
[8] BIANCHI BANDINELLI, R. (1994): Roma…., p. 85.
[9] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 9.
[10] STRONG, E. (1926): La scultura romana: da Augusto a Costantino, Vol. 2,  Istituto di Edizioni Artistiche di Fratelli Alinari, Firenze, p. 412.
[11] STRONG, E. (1926): La scultura romana…, p. 412.
[12] La cabeza de medusa grabada en los escudos y armaduras de los militares tenía un gran sentido iconográfico, ya que mitológicamente Medusa con tan sólo mirar a las personas los petrificaba y los militares usaron su cabeza para grabarlas en sus armamentos y así sentirse protegidos, porque cuando el enemigo veía la cabeza de Medusa se asustaba, por lo que con ella conseguía alejar los peligros.
[13] Capa usada por los emperadores y militares romanos. Era generalmente de color escarlata hasta que a finales del siglo I d.C. los emperadores empezaron a utilizarla de color púrpura. Tenía forma rectangular y se sujetaba al hombro por medio de un broche metálico. Se unía habitualmente encima del hombro derecho y caía por la espalda hasta las pantorrillas. En las estatuas, se representaba a menudo enrollado en el brazo izquierdo.
[14] L’ORANGE, H. P. (1984): Das spätantike..., p. 71.
[15] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 9.
[16] GARCÍA Y BELLIDO, A. (1979): Arte romano, p. 704.
[17] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 9.
[18] L’ORANGE, H. P. (1984): Das spätantike..., p. 71.
[19] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 11.
[20] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 12.
[21] STUART JONES, H. (1968): A catalogue…, p. 13.
[22] L’ORANGE, H. P. (1965): Studien zur Geschichte des spätantiken porträts, Edizione Anastatica, Roma, p. 136.
[23] ANDREAE, B. (1974): Arte romano, ed. Gustavo Pili, Barcelona, p. 331.
[24] CESAREA, E. (2008): Historia Eclesiástica, ed. Clie, Barcelona.
[25] L’ORANGE, H. P. (1982): Apotheosis in ancient portraiture, ed. Caratzas Brothers, New Rochelles, New York, p. 116.
Noemí Raposo Gutiérrez

No hay comentarios:

Publicar un comentario