Este mito comienza con una boda, concretamente
la de la nereida Tetis y Peleo (padres del portentoso Aquiles).
A esta boda fueron invitados todos los dioses
excepto la diosa de la discordia, llamada Eris. Ésta enfadada decidió crear un
tumulto durante la celebración y para ello creó una manzana dorada, la cual
tenía el siguiente grabado “PARA LA MÁS BELLA”. Eris cogió la manzana y la
lanzó a los pies de un grupo de diosas formado por Hera, esposa de Zeus,
Atenea, diosa de la inteligencia y la estrategia militar, y Afrodita, diosa del
amor. Las tres diosas al leer lo escrito en la manzana comenzaron a discutir
sobre quién debía de quedarse la manzana pero al no llegar a ningún acuerdo
decidieron acudir a Zeus para que decidiera quién debía quedársela. Zeus se vio
venir el “marrón” y para evitarlo mandó a Hermes a por el mortal Paris el cual
se encontraba tan tranquilo cuidando de su rebaño.
Paris, hijo de Príamo rey de Troya y de su
segunda esposa Hécuba, tuvo la tarea de entregar la manzana de oro a una de las
tres diosas. Paris aprovechándose también de la situación pidió a las diosas
que se desnudaran para así poder realizar una elección más eficaz ya que ningún
defecto quedaría oculto. Alucinado por ver tanta belleza junta, pidió
observarlas por separado. La primera fue Hera que entre susurros le prometió
que si era elegida sería el hombre más poderoso de toda Grecia, la segunda fue
Atenea que entre susurros le prometió que si le daba a ella la manzana vencería
en todas las guerras y, por último, Afrodita le prometió como esposa a la mujer
más bella del mundo si Paris se decidía a coronarla como vencedora. La carne es
débil y Paris, un “playboy” de su época, no pudo resistirse a tener entre sus
brazos a la mujer más bella del mundo por lo que decidió darle la manzana a
Afrodita y coronarla como la más bella.
La mujer prometida por Afrodita no fue otra que
Helena esposa de Menelao, rey de Esparta.
El amor insuflado por la diosa a Helena y su posterior huida de Esparta en brazos de su amado Paris fue la causa por la cual se cuenta que se inició la famosa Guerra de Troya, donde participaron el poderoso Aquiles y el astuto Ulises a lo que se sumó, según cuenta Homero en su Ilíada, una guerra entre los propios dioses los cuales eligieron a los troyanos como fue el caso de Apolo, que contaba con un culto muy arraigado en la ciudad, o Afrodita, mientras que del lado de Menelao y sus aliados se situaron, entre muchos otros, las diosas Hera y Atenea furiosas por la elección de Paris y deseosas de vengarse de tan gran afrenta.
Ana Sánchez Delgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario