domingo, 8 de marzo de 2015

MITOLOGÍA GRIEGA: LA MANZANA DE ORO

Este mito comienza con una boda, concretamente la de la nereida Tetis y Peleo (padres del portentoso Aquiles).



A esta boda fueron invitados todos los dioses excepto la diosa de la discordia, llamada Eris. Ésta enfadada decidió crear un tumulto durante la celebración y para ello creó una manzana dorada, la cual tenía el siguiente grabado “PARA LA MÁS BELLA”. Eris cogió la manzana y la lanzó a los pies de un grupo de diosas formado por Hera, esposa de Zeus, Atenea, diosa de la inteligencia y la estrategia militar, y Afrodita, diosa del amor. Las tres diosas al leer lo escrito en la manzana comenzaron a discutir sobre quién debía de quedarse la manzana pero al no llegar a ningún acuerdo decidieron acudir a Zeus para que decidiera quién debía quedársela. Zeus se vio venir el “marrón” y para evitarlo mandó a Hermes a por el mortal Paris el cual se encontraba tan tranquilo cuidando de su rebaño.




Paris, hijo de Príamo rey de Troya y de su segunda esposa Hécuba, tuvo la tarea de entregar la manzana de oro a una de las tres diosas. Paris aprovechándose también de la situación pidió a las diosas que se desnudaran para así poder realizar una elección más eficaz ya que ningún defecto quedaría oculto. Alucinado por ver tanta belleza junta, pidió observarlas por separado. La primera fue Hera que entre susurros le prometió que si era elegida sería el hombre más poderoso de toda Grecia, la segunda fue Atenea que entre susurros le prometió que si le daba a ella la manzana vencería en todas las guerras y, por último, Afrodita le prometió como esposa a la mujer más bella del mundo si Paris se decidía a coronarla como vencedora. La carne es débil y Paris, un “playboy” de su época, no pudo resistirse a tener entre sus brazos a la mujer más bella del mundo por lo que decidió darle la manzana a Afrodita y coronarla como la más bella.



La mujer prometida por Afrodita no fue otra que Helena esposa de Menelao, rey de Esparta.



El amor insuflado por la diosa a Helena y su posterior huida de Esparta en brazos de su amado Paris fue la causa por la cual se cuenta que se inició la famosa Guerra de Troya, donde participaron el poderoso Aquiles y el astuto Ulises a lo que se sumó, según cuenta Homero en su Ilíada, una guerra entre los propios dioses los cuales eligieron a los troyanos como fue el caso de Apolo, que contaba con un culto muy arraigado en la ciudad, o Afrodita, mientras que del lado de Menelao y sus aliados se situaron, entre muchos otros, las diosas Hera y Atenea furiosas por la elección de Paris y deseosas de vengarse de tan gran afrenta.
Ana Sánchez Delgado

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